El fin de semana pasado, del 24 al 26 de mayo, se celebró en Lleida la popular fiesta. El evento se llevó a cabo en los Campos Elíseos y cerraba su 43ª edición con la participación de 119 grupos, 15.000 peñistas y unos 200.000 visitantes.
Pero, ¿cuál es el origen de esta festividad tan peculiar y por qué se celebra de manera tan apasionada en Lleida? Para entenderlo, es necesario remontarnos a la historia y conocer las raíces de esta tradición que ha perdurado a lo largo de los años.
Para empezar, es importante destacar que el término “aplec” proviene del catalán y se refiere a una reunión o encuentro festivo, religioso o social. Por lo tanto, L’Aplec del Caragol es un encuentro de carácter gastronómico que se realiza en honor al caracol, considerado un manjar en la región.
Todo comenzó en el año 1980, cuando la Asociación Cultural Esplai Xuriguera decidió organizar una comida popular en la que el plato principal fuera el caracol. Esto se debía a que este animal era muy común en la región y su consumo era ampliamente practicado.
El éxito de esta primera comida fue tal, que al año siguiente decidieron repetir la experiencia pero esta vez en un lugar más amplio, en el polideportivo del barrio de La Bordeta. Además, se amplió el programa de actividades incluyendo concursos, juegos y actividades para los más pequeños.
Con el paso de los años, la fiesta se fue consolidando y ganando popularidad entre los ciudadanos de Lleida y de otras regiones de España. En la década de los 90, se incorporaron nuevas atracciones como conciertos de música, casetas de comida y bebida, y un desfile de carrozas que recorren las calles de la ciudad.
En la actualidad, L’Aplec del Caragol es considerada una de las fiestas más importantes de Cataluña y ha ganado reconocimiento a nivel nacional e incluso internacional. Cada año, la ciudad recibe una gran cantidad de turistas que vienen a disfrutar de este evento tan único y especial.
¿Qué tiene de especial esta festividad que la hace tan atractiva?
Además del ambiente festivo y la riqueza cultural, sin duda lo que más destaca es la gastronomía típica de la región. Como ya hemos mencionado, el caracol es el protagonista de esta fiesta y se prepara de diversas maneras: a la llauna (a la plancha), a la cassola (cocido) o a la brasa.
Sin embargo, no solo de caracoles vive la fiesta. La gastronomía catalana es muy variada y en L’Aplec del Caragol se pueden degustar otros platos típicos como la escalivada (verduras asadas), el pa amb tomàquet (pan con tomate), la crema catalana (postre) y, por supuesto, el vino de la región que marida a la perfección con todos estos sabores.
Pero la fiesta L’Aplec del Caragol no es solo comida, también es música y diversión. Durante tres días, la ciudad se llena de conciertos y espectáculos callejeros en los que se puede disfrutar de grupos de música locales, así como de artistas nacionales e internacionales.
Además, no podemos olvidar la importancia del desfile de carrozas que este año ha atraído a unas 200.000 personas. En este desfile, las comparsas de personas vestidas con trajes típicos de la región recorren las calles de la ciudad mientras reparten caracoles a los asistentes.
En definitiva, la fiesta L’Aplec del Caragol es una tradición arraigada en la gastronomía y la cultura de la región de Lleida en Cataluña. Un evento único que atrae a miles de personas cada año y que se ha convertido en uno de los principales motores turísticos de la ciudad. ¡No te pierdas L’Aplec del Caragol el año que viene!